Fotógrafos que documentan el mundo (primera parte)
Una buena manera de conocer el mundo en que vivimos es a través de imágenes o fotografías que lo muestren con honestidad y grandeza. Documentar el mundo es una noble y arriesgada tarea que asumen fotógrafos y artistas comprometidos en aportar, desde la estética y la contemplación, una semilla para que otros comprendan y admiren la realidad del mundo que compartimos.
Por estos días es común compartir imágenes en redes sociales, pero existen personas que más allá de presumir se dedican a investigar y a recorrer el mundo, cámara en mano, con propósitos más definidos que cantidades de likes.
Nacido en Brasil, pero con su corazón regado por el mundo que se ha encargado de documentar. Sebastiao no cree en los artificios del Instagram mas sí en el compromiso que debe tener la fotografía como un medio para registrar la grandeza y miseria de la naturaleza humana.
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Sus fotografías más reconocidas son las realizadas en las minas Serra Pelada en Brasil y el trabajo dedicado a la migración humana, publicado en 2000, en el formato blanco y negro de siempre.
Nacida en Estados Unidos, esta mujer tiene un registro social enfocado en el movimiento de liberación femenina, iniciado en los años 60, y que la ha llevado a gran parte del mundo para capturar rostros, tradiciones y trabajo desarrollado por mujeres.
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También de Estados Unidos, es uno de los más influyentes documentalistas de su país y del mundo.
Su trabajo más conocido es la serie fotográfica “Subway” o retratos de gente en los vagones de las estaciones de Nueva York, todas vibrantes de colores y contrastes debido a la oscuridad de los túneles y las noches.
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Si aún dudas de lo emocionante que puede ser un viaje en metro, mira las fotografías de Davidson y atrévete a recorrer una ciudad bajo tierra.
Española de nacimiento, Cristina es conocida por sus fotografías sobre el ritual de María Lionza, una tradición pagana que se hace en el estado Yaracuy (Venezuela), plagado de un dramatismo fascinante.
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Su nombre revela el origen asiático y aunque Japón es su casa, ha sabido reconstruir el mundo a partir de la técnica del collage, desde la que arma rompecabezas visuales llevados por una temática mas no por un orden geográfico.
“Los campamentos de concentración americanos” es su serie más conocida.
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Latinoamérica, Asia y Cuba son algunas de sus obsesiones, así como la vida cotidiana de familias a las que retrata desde los 20 años. David nació en Estados Unidos y ha recorrido el mundo en busca de sus matices más costumbristas.
Con su serie Cuba mostró la naturalidad y trabajo que caracteriza a la gente que habita la isla y en Divided Soul se encargó de agrupar fotografías de 20 años de registros visuales alrededor del mundo.