Gánale a la procastinación con estos consejos

Por Osjanny Montero

Cuando buscas excusas para no terminar un proyecto, estás procastinando; cuando tienes una idea pero te ganan las dudas y evitas hablarle a todos de ésta, también procastinas. Alargar los procesos parece ser un síntoma frente a tanta globalización, como si nos perdiéramos en medio de esa gran ola que son las redes y la cantidad masiva de información.

Algunos se engañan al creer que abandonar un proyecto para iniciar otro es sinónimo de creatividad, cuando en realidad lo que hacemos es quedarnos siempre en el comienzo sin trabajar en las etapas intermedias que suelen ser las más exigentes.

Procastinar es un verbo que se ajusta a casi cualquier actividad: desde tener ganas de escribir un libro, diseñar un avión o crear una estrategia para levantar tu marca personal. Siempre que dejemos las cosas a medias o tengamos miedos de asumir un reto hasta el final, estamos siendo víctimas de la procastinación; una suerte de moda entre los nativos digitales que diariamente acceden a muchos contenidos que más que orientarlos pueden confundirlos y desviarlos de sus objetivos.

Para ganarle la carrera a esta nube gris, queremos compartir algunos consejos para salir adelante con tu idea o proyecto borrando cualquier excusa tonta que se atraviese en el camino.

1. Diseña una rutina de trabajo

Cuando una idea te llegue a la cabeza y la consideres buena, investiga sobre cualquier tema que se le relacione. Fíjate en las posibles competencias, en personas que sean influyentes en las redes sociales y observa cómo manejan a su audiencia.

• Observar el comportamiento de productos, proyectos o emprendimientos similares te ayudará a dibujar posibles escenarios para tu idea, además de que puedes observar reacciones de público afín. Siguiendo este método puedes saber qué tiene tu idea que la diferencia de las demás.

2. Habla a todos de tu idea

Cuando tengas un primer bosquejo de tu proyecto, hayas definido tus objetivos y audiencias llega el momento de comentar a todos lo que quieres hacer. Reúne a tus amigos y háblales de lo que quieres, cena con tu familia y suelta la idea mientras charlan o también puedes hacer un post en tus redes y evaluar los comentarios de tus seguidores.

• A la procastinación no le gusta el entusiasmo, de modo que mientras más eufórico estés y seas capaz de hacer eco de la emoción ese freno mental desaparecerá y te mantendrás enfocado en tu sueño.
• Si difundes tu idea también puedes recibir ayuda de otras personas a quienes les interese y algo más valioso: te sentirás comprometido a salir adelante con tu idea, porque tu propio ego-orgullo te obligará a quedar bien con las personas que te escucharon.

3. Enfócate en la calidad y no en la cantidad

Es normal que los primeros meses dediques muchas horas a tu proyecto, que hasta dejes de dormir o salir al cine con tus amigos para leer y pensar más en éste, pero ten en cuenta un detalle: no alcanzarás el éxito en dos meses ni en un año. Siempre que una idea nace, toma algunos años en consolidarse y es necesario aprender a controlar nuestra angustia.

• No dejes de compartir con tus amigos o familiares por obligarte a pasar más de 12 horas trabajando en tu proyecto. ¿Por qué? En pocos meses te cansarás y será en ese momento que la enemiga procastinación hará de las suyas.
• Es importante llevar una planificación diaria que contenga cursos, lecturas, reuniones con posibles socios y encuentros creativos que contribuyan a darle forma a tu idea. Pero ten cuidado: ¡No dejes de divertirte! La mente necesita respirar y alimentarse de muchas cosas para mantenerse activa. No dejes de bailar, comer, dormir ni sonreír por trabajar en una idea, por más ambiciosa y sorprendente que sea.

• Recuerda que a veces la cantidad de horas no es importante, más valiosa será la calidad del tiempo que dediques a que tu proyecto avance y rinda frutos. ¿De qué sirve que te desgastes desde las 8 hasta las 00 hrs? Mejor trabaja unas 4 horas seguidas y siéntete feliz de los resultados obtenidos.

4. Decide sin prisas

Las decisiones correctas son la clave para que un proyecto llegue a su fase de madurez. A veces tomar una decisión requiere tiempo y si corremos sin pensar en todos los pros y contras, podemos equivocarnos.

• Siempre que necesites tomar una decisión importante, date tiempo. Ve a la playa, toma un paseo, aléjate de tus lugares cotidianos y piensa en calma.
• Recuerda que saber esperar es muy distinto a procastinar, porque si somos conscientes de que necesitamos tiempo para conseguir lo que queremos estaremos trabajando igual, sólo que en “modo paz-ciencia”.

5. No esperes regalos de otros. ¡Premia tu esfuerzo!

Si un regalo gusta es la independencia y más cuando somos capaces de decidir cuándo pagarnos un viaje o cuándo salir a comer fuera. La mejor parte de emprender y materializar una idea es que nosotros somos los dueños y ¿quién otro mejor que nosotros para premiar nuestro esfuerzo?

En el fondo, si decides trabajar en una idea propia es porque confías en ti y en tu talento. Mira siempre hacia adelante y, por supuesto, deja la procastinación para después.