Top 5: Blogs de latinos por el mundo
Gracias a jóvenes emprendedores que decidieron dejar sus trabajos o cambiar radicalmente su modo de vida para hacer del mundo un hogar en constante transformación, hoy podemos encontrar la inspiración necesaria para salir de casa, colgarnos la mochila y respirar paisajes muy distintos a nuestro barrio o ciudad vecina.
El auge de los blogs o bitácoras de viaje sigue creciendo con la ayuda de las tecnologías. Sólo necesitamos acceder a la web para expandir la ventana de nuestro mundo y darnos cuenta que es mucho más amplia de lo que pensábamos.
Si antes soñábamos con aterrizar en Praga, hoy podemos seguir a Alan Estrada y emocionarnos con cada publicación en sus redes o quizá, imaginar que caminamos junto a Laura Lazzarino mientras descubre el trabajo de mujeres y hombres en África. Cada blog es una oportunidad de descubrir el mundo con matices distintos, con maneras de observar diferentes que pueden estimularnos y al mismo tiempo impulsarnos a realizar el viaje de nuestra vida.
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Descubrir el blog de Laura ha sido una de las mejores cosas que me pasó en mis últimos años de vida. Ella es argentina y desde el 2008 decidió dejar su casa con una mochila y un único sueño: VIAJAR por el mundo y compartir sus historias.
Lo que más me gusta de esa chica que aún se cree una nena que sueña y se asombra por casi cualquier cosa es su honestidad, la crudeza con la que muchas veces complementa su prosa y su habilidad para enseñarme que el mundo es un lugar para todos, sin importar sus complicaciones ni desesperanzas. Con la nena Laura aprendes a querer más el mundo porque lo vas descubriendo con una sensibilidad perfecta, sin mucho adorno pero con las flores suficientes para anhelar recorrerlo.
¿Buscas una excusa para amar más a Venezuela? Navega en las redes de Adriana Herrera y tendrás muchas más que sus azules intensos y su gente alegre. Me encontré con el blog de Adriana en una tarde de otoño en Buenos Aires, cuando me sentía una confundida venezolana sin mucha idea de qué quería para su vida. Entonces la leí, me identifiqué con su amor por El Caribe, su nostalgia por la Venezuela que tenemos y su esperanza en el movimiento como única forma de vivir.
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Adriana también es periodista y renunció a la estabilidad de oficinas y ediciones de revistas para cumplir su sueño de ser una viajera con pasaporte abierto al mundo.
Una vez mi hermana me habló de los vloggers y su gran aceptación por su formato dinámico y porque una imagen siempre vale más que mil palabras. Entonces, exploré en la web y encontré a Alan, un mexicano que rechazó ofertas de gigantes de la televisión y se decidió por hacer de él mismo una marca personal que hasta el día de hoy crece con más de 600 mil suscriptores en su canal de youtube.
Alan es espontáneo y en varias entrevistas ha revelado que su éxito se debe a que muestra lo bueno y lo malo de los sitios que visita, sin importar la cantidad de estrellas que luzcan en su fachada ni los certificados de excelencia de Tripadvisor. Para Alan su mejor virtud es hablarle claro a sus seguidores, no mentir como acostumbran las grandes agencias, pues su único propósito es vender un paquete turístico.
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Jota y Dani son una pareja de argentinos que llevan juntos siete años, abandonaron sus puestos de guías turísticos y se fueron a estudiar inglés en Nueva Zelanda. Fue tanta la emoción de conocer un nuevo destino que se arriesgaron a no volver a su Argentina natal. La decisión fue radical: unir Turquía con Filipinas en un recorrido sin prisas y con la carretera como medio principal para cumplir la meta.
Navegar en su bitácora es un ejercicio de relajación y diversión, repleto de muchos consejos prácticos y recomendaciones de cómo salir a la ruta con la seguridad de que lo mejor está por venir. Ellos salieron de casa en 2009, aún no tienen ganas de volver.
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Antes de viajar con Laura lo hice con Juan Villarino, su compañero de viajes y vida. Su blog es una suerte de biblia del mochilero, con instrucciones sobre cómo levantar el dedo en la ruta, certezas de lo que podría ser un manifiesto ideológico de la vida nómade y una ruta hacia la felicidad contenida en las cosas sencillas, en esas que no muestran los diarios pero que pueden encontrarse en camiones sobre el desierto, autobuses en el altiplano boliviano o barcos con destino a la Antártida.
Juan es un gran maestro y sus crónicas, libros y fotografías son la mejor muestra de esta hipótesis.
Esta lista quizá sea la más arbitraria de las escritas por mí hasta ahora, pero es que también sueño con ser una verdadera travelblogger y ellos siempre fueron, son y serán inspiración. Aún no les llego ni al dedo gordo del pie, pero humildemente estoy por cumplir dos años de constancia, movimiento y escritura en Los viajes de Os.
¡Viajemos juntos!