Poco se conoce de la comida chilena, quizá porque la abundancia de México o la sazón peruana la ha dejado relegada a meras empanadas o su variedad de mariscos pescados en aguas del Pacífico.

Sin embargo, los platillos chilenos no tienen competencia porque su autenticidad llega a superar al popular chaufa peruano o variación del tradicional arroz frito chino. De una cosa sí que están seguros los chilenos y es de la original preparación de sus comidas más queridas.

Curanto

Su preparación produce ciertos espasmos para quienes no estén acostumbrados a metodologías silvestres. Originario de las tierras de Chiloé, este plato se prepara al hoyo, es decir, se necesita hacer un hueco en tierra, rellenarlo con piedras y hacer el fuego necesario en donde se cocinarán sus ingredientes.

Papas, longanizas, cerdo, vacuno, almejas y una variedad de mejillones, conocidos en Chile como “choritos”.  Todo este potaje se cocina sobre las piedras ardiendo y se cubre con hojas y la misma tierra. ¿En qué otro lugar comerás algo así?

Empanada pino

Ya lo dijimos en nuestra presentación. Las empanadas chilenas tienen un sello de calidad reconocido en el mundo entero y, son muchos los países que la han adoptado en sus preparaciones rápidas.

Sin embargo, la empanada de pino se ufana de ser enteramente chilena y sin posibilidades de sustitutas. Como sus hermanas necesita la masa, pero su relleno distingue al condimentarse con carne de res en trozos, cebolla, comino, ají, huevo cocido, aceitunas y pasas.

Pastel de Jaiba

Jaiba es un tipo de cangrejo hallado en aguas del Pacífico y con la carne de sus patas se prepara un plato muy emblemático servido en mercados y restaurantes de todo Chile, en forma de pastel.

Su textura es muy suave, gracias a ingredientes como leche, pan y queso. En el Mercado Central se le puede comer a precios accesibles y en cazuelas abundantes. Para mi gusto, es un plato riquísimo y muy ligero para seguir camino por las calles chilenas.

Milcao

En Chiloé se usa como complemento perfecto para el curanto, en otras regiones del país se le come solo, para meriendas o acompañando otros platos fuertes.

Se trata de unas masas redondas que pueden parecer unas tortillas, a base de papas, manteca, sal y chicharrones. Pero, cuidado si te atreves a mezclar curanto + milcao, insistimos, ¡es un abundante potaje!

Mote con huesillos

Cerramos nuestra lista con esta controversial bebida que tiene muchos aliados en su Chile natal, pero algunos detractores afuera.

En Chile se toma mote con huesillos durante la temporada de verano, por ser una alternativa refrescante. Un vaso con mote lleva: agua caramelizada con miel, mote de trigo (hojuelas hervidas en agua) y duraznos deshidratados, coloquialmente, llamados “huesillos”.

Por su mezcla, la bebida se sirve con cucharilla.

¿Conocías estas ricas alternativas chilenas? Te invitamos a describir la experiencia de tu paladar.